sábado, 12 de diciembre de 2009

Papiro de Ani, uno de los libros de los muertos

Papiro de Ani


El Papiro de Ani: capítulo 125 del Libro de los Muertos

El Papiro de Ani es la versión más conocida del Libro de los Muertos. Se calcula que fue escrito durante la dinastía XVIII, hacia el año 1300 y, entre todos los textos del Libro que se han encontrado, es el que tiene el mayor número de capítulos, todos decorados con dibujos que explican cada paso del juicio de Osiris.

Es uno de los papiros mayores que nos han llegado, ya que mide casi 26 metros. Forma parte de los fondos del Museo Británico desde 1888, cuando lo descubrió cerca de Luxor el Dr. E. Wallis Budge, agente de compras del museo, en una tumba de la dinastía XVIII.

Descripción

Los egiptólogos están de acuerdo en que fue escrito por tres escribas, ya que tiene grafías diferentes aunque de la misma escuela: la cofradía de Deir el-Medina, con las ilustraciones obra de la misma mano, algunas de ellas copias entre sí. El nombre de Ani aparece con una escritura diferente e intercalado en espacios en blanco, por lo que puede ser la persona que lo compró.

Forma parte de la llamada «versión tebana» del Libro, con capítulos sin orden fijo. (Desde la dinastía XXVI hasta la época tolemaica se usó la «versión saíta», con un orden fijo).

Está compuesto por tres láminas de papiro, pegadas entre sí, y dividido en seis secciones de entre 1,5 y 8 metros de longitud cada una. El texto ocupa 23,6 metros. Estaba enrollado y sujeto con una banda ancha de papiro.

Ani

En el texto aparece quién es Ani: «Escriba real verdadero, escriba y administrador de las ofrendas divinas de todos los dioses», «Gobernador del granero de los señores de Abidos y escriba de las ofrendas divinas de los señores de Tebas» y «Amado del señor del Norte y del Sur». Es decir, era un alto cargo pero su título no era honorífico: era escriba verdadero y administrador.

Su esposa, Tutu, era la Señora de la «Casa de las adoratrices de Amón», y está representada con el sistro y el collar, instrumentos de su oficio.

A pesar de que quizá aprovechó un papiro anterior y que por tanto no todo fuera hecho para él, los dibujos sí lo fueron ya que le mencionan a él y a su esposa Tutu. Esto confirma el conocimiento de su oficio, y probablemente además de escoger a los artistas colaboró en su ejecución. Por otra parte, el hecho de estar casado con una sacerdotisa de Amón hace creíbles sus altos cargos.

Teniendo en cuenta que estas copias del Libro de Los muertos costaban una fortuna, y que la mayoría de las personas sólo podían enterrar con ellas algún capítulo, a veces sin decorar, este papiro de gran tamaño y muy decorado nos da una idea de la posición social y las riquezas de Ani.

El texto

Parece que el texto se adecuó a las imágenes (y no al revés, que suele ser lo usual). Sólo así se explican algunas diferencias con otras versiones, algunos cambios de los signos, así como la repetición del capítulo XVIII o la omisión del XVII, que parecen responder a necesidades simbólicas. Por otra parte, las explicaciones de algunas de las ilustraciones son más complejas que el propio texto.

El libro es un manual detallado de los pasos que el ka del difunto debe seguir en la Duat para sortear los peligros del camino hasta llegar al Juicio de Osiris y superarlo con éxito para vivir eternamente en el Más allá. El nombre real del Libro de los muertos o papiro de Ani es Libro para salir al día, aunque el título, podría traducirse como El libro del eterno despertar.

Ha sido uno de lo libros más influyentes de la historia y el referente religioso de los egipcios durante más de tres mil años.

La versión del Papiro de Ani constituye por su buena conservación, sus descripciones y por su estructura, la mejor fuente para el estudio del Libro de los Muertos y la versión más autorizada de la versión tebana.

Wallis Budge publicó en 1895 una traducción y transliteración de los jeroglíficos con comentarios descriptivos de las imágenes, una traducción literal y otra adaptada.


Papiro de Ani completo

lunes, 30 de noviembre de 2009

Algunos dioses egipcios

Para los antiguos egipcios, los dioses estaban en todas partes: en el agua, en el aire, en la tierra y en el invisible reino de los difuntos. Ellos habían creado el mundo y los humanos, y se encargaban de asegurar su continuidad. Día tras día, los dioses luchaban contra las fuerzas del mal que pretendían destruir el mundo y, en ocasiones, combatían también entre ellos. Aquí presentamos algunos de los principales: Por la mañana, Ra, el Dios Sol, sube a su barca de día y realiza un viaje de 12 horas por encima de la Tierra. Por la noche, tendrá que atravesar el Infierno en un peligroso viaje. De su integridad dependerá que al día siguiente vuelva a amanecer

Ra, el dios Sol

El dios Ra se presenta en tres formas: la del escarabajo que simboliza el Sol naciente; la de disco solar o Sol del mediodía; y por último, la de un viejo apoyado en un bastón en representación del Sol del ocaso.

Todas las noches, Ra realiza un peligroso viaje por el infierno en su barca nocturna en un ciclo de muerte y resurrección que representa el ciclo vital de la humanidad. En ese viaje es asaltado por demonios a las órdenes de Apofis, su eterno enemigo. Justo antes de que amanezca, Apofis realizará el peor de los ataques: si alguna vez Apofis consiguiese vencer a Ra, el Sol no volvería a salir.

Osiris, señor de los infiernos

Era rey en la tierra y enseñó a los egipcios la religión y el cultivo de los cereales. Pero fue asesinado por su celoso hermano Set, que le engañó para que se metiese en un arcón de madera, que después selló y echó al Nilo. Isis, esposa de Osiris, rescató el cadáver, pero cuando Set volvió a encontrarlo, lo cortó en muchos trozos que esparció por todo Egipto. Isis y su hermana Neftis fueron recogiendo trozo por trozo y, con la ayuda de Anubis, guía de las almas en el infierno, y de Thot, el escriba de los dioses, lograron recomponer a Osiris. Finalmente, Isis se transformó en pájaro y volando sobre el cuerpo de Osiris, le infundió la vida con sus alas. El resucitado Osiris regresó entonces a la oscuridad y desolación del mundo subterráneo para convertirse en señor y juez de los muertos.

Anubis, dios funerario

Es el dios que acude a llevarse a los fallecidos a la otra vida y se le representa como un cánido. El motivo de esta asociación se encuentra en la cotidianidad de los antiguos egipcios, que observaban cómo los perros del desierto desenterraban a los muertos para procurarse alimento.

Como guardián de las necrópolis, el dios acoge a los difuntos en las puertas de sus tumbas guiándoles al más allá. Una vez en la sala de las dos verdades, Anubis es el encargado de llevar al difunto para que su alma sea pesada, vigilando la balanza con la finalidad de que nadie pueda falsear el resultado.

Isis: esposa, madre y maga

Isis es representada como una mujer coronada con el “trono”. Además, más tarde es representada con cuernos y un disco solar entre ellos a la manera de la diosa Hathor. La diosa también puede ser mostrada como plañidera con sus brazos alrededor de Osiris. Isis puede aparecer en forma de escorpión, de ave, de cometa e incluso con forma de bóvido.

Todas estas variadas formas de representación se deben a que a medida que transcurría la historia de Egipto, Isis fue tomando atributos de otras diosas, en especial de Hathor: ambas fueron en diferentes épocas consideradas como madres de Horus y por lo tanto, del rey de Egipto (representación humana de Horus).

Durante el reinado de Osiris entre los hombres, Isis fue su hermana y esposa. Con la muerte y desmembramiento de Osiris a manos de su hermano y enemigo Set, Isis y su hermana Neftis reúnen todas las partes de su cuerpo. Gracias a su magia, la diosa consigue revivir el miembro sexual de su esposo quedándose embarazada de él y dando a luz a Horus.
Como esposa de Osiris y madre de Horus, Isis no sólo fue la madre simbólica del rey, sino también una esposa y madre modelo, ya que es el símbolo de la unidad de la familia divina.


La magia es una de las habilidades de Isis y uno de los mitos que la caracterizan con mayor poder es el del verdadero nombre de Ra: Ra creó al mundo a través de palabras. Sin embargo, su nombre secreto, lo guardó para sí. Isis, decidió aprenderse los nombres de todas las cosas, para ser tan grande como el propio Ra. Finalmente, la única palabra que desconocía era el nombre secreto del dios. Para que éste le diera su nombre, Isis lo engañó guardando saliva que había salido de su boca cuando día tras día cruzaba el cielo y le dio forma de serpiente que dejó en su camino. Inevitablemente, ésta mordió a Ra, y aprovechando su dolor, Isis le ofreció un antídoto si accedía a decirle su nombre. Así fue como finalmente Ra se lo dijo y utilizando su nombre, ordenó que el veneno fuese eliminado, dejándolo sano y salvo.

Horus, el dios Halcón

Dios con forma de halcón que en un principio tenía por ojos al Sol y a la Luna, pero después de que el Sol fuera asignado a Ra como símbolo, la Luna quedó como único ojo de Horus. A llegar a su mayoría de edad, Horus luchó contra su tío Set para recuperar el trono de su padre, Osiris, que había sido asesinado por Set. Finalmente, Horus ganó la contienda y se convirtió en el rey de Egipto.

lunes, 9 de noviembre de 2009

La religión egipcia


La religión es un factor fundamental de la cultura egipcia y es muy difícil de comprender. Se trata de una religión politeísta, pero con tendencia al monoteísmo ya que cada nomos (o pequeña región) tenía un dios al que rendía culto principalmente y luego rendía culto a los demás de manera secundaria.

Estas divinidades se representan como figuras humanas con algunos símbolos, aunque luego algunos se sincretizan. Unas veces tienen cabeza de animal y otras veces sólo se representan con la forma animal. Hay dos tipos de dioses:

  • Dioses locales: los de cada nomos (por ejemplo, el Dios de Memphis es PTAH)
  • Dioses cósmicos: mucho más amplios, para todos los normos. Entre estos cabe destacar una triada que va a ser muy importante desde un principio: Geb, dios de la tierra, Nut, dios del cielo, y Ra, dios del sol.
  • Muchos semidioses, que se van multiplicando.
  • También hay animales sagrados (que no divinos), a los que se trata con mucho respeto y se momifican al morir.

Principales divinidades egipcias:

Todas estas divinidades, que son muy pocas en relación con todas las que había, se mantienen sin prácticamente variar hasta la época grecorromana en que empiezan a desaparecer o se empiezan a fundir con dioses griegos o romanos (los dioses siguen siendo los mismos pero desaparecen las representaciones o se convierten en figuras humanas o de animales simplemente [desaparecen figuras humanas con cabeza animal, etc]).

HorusLa religión egipcia permanecerá durante la época romana hasta el Edicto de Teodosio de finales del siglo IV d.C. Estos dioses vienen complementados con la creencia en la vida de ultratumba, que explica el culto de los muertos, que se da en toda la sociedad. Esta costumbre data de época prehistórica y afirma que después de la muerte el hombre permanece. Así, además del cuerpo (elemento material) hay otro elemento espiritual, el Ba, que se representa bajo el aspecto de un pájaro con cabeza humana y está representado en el interior de las tumbas, a veces volando y a veces quieto.

El Ba es el principio, el soplo vital del hombre, su energía. Sale del cuerpo al morir, vuela al cielo hasta el doble del cuerpo del que se ha separado, el Ka, el soporte vital. El Ba no muere nunca, no se descompone y necesita para ser feliz en el más allá rodearse de todo lo que ha tenido en vida (representaciones de la vida mortal y objetos encontrados en las tumbas) tomado de.......

lunes, 2 de noviembre de 2009

El Monoteismo de Aton


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Los tesoros de Baal y Astarté

El tesoro de Baal y Astarté

Una exposición del Carambolo devuelve a la luz el conjunto de joyas en Sevilla


El Tesoro del Carambolo (un conjunto de piezas de oro de origen fenicio) ha estado rodeado de fascinación desde hace medio siglo. Su hallazgo en Camas (Sevilla) supuso, a finales de los años cincuenta, un hito en la historia de la arqueología española. La exposición El Carambolo. 50 años de un tesoro vuelve a sacar a la luz este conjunto de piezas después de nueve años. El tesoro, que es propiedad del Ayuntamiento de Sevilla, ha estado hasta ahora depositado en la caja fuerte de una entidad bancaria.

Las piezas constituyen el ajuar del sacerdote de un santuario fenicio Una cultura nueva creció en el suroeste de la actual Andalucía

La exposición, que fue inaugurada ayer, estará abierta en el Museo Arqueológico de Sevilla hasta enero de 2010. La muestra incluye las 21 joyas originales del tesoro, junto a piezas procedentes de otras colecciones museísticas que trazan un recorrido por la protohistoria del sur de la península Ibérica. Tras las investigaciones llevadas a cabo en los últimos años, el Tesoro del Carambolo ha dejado de ser el paradigma de una realidad tartésica. Se ha descubierto que el lugar donde fue hallado era un santuario dedicado a Astarté y Baal, los dioses mayores de los fenicios. El tesoro ha sido reinterpretado como el ajuar del sacerdote de ese santuario.

La exposición gira en torno a las 21 piezas huecas de oro de 24 quilates con un peso total de 2.950 gramos que dan forma al tesoro. Un collar formado por una cadena y siete colgantes, un frontil (pectoral) con rosetas, dos brazaletes, ocho plaquetas con rosetas, un frontil con semiesferas y ocho plaquetas con semiesferas constituyen el conjunto. Los frontiles reproducen la forma de una piel de toro (Baal, señor del cielo, tenía en el toro su animal sagrado).

El Tesoro del Carambolo -es decir, el ajuar sacerdotal- se emplearía, de acuerdo con las investigaciones más recientes, para el sacrificio del toro y la vaca en el santuario fenicio. El sacerdote portaría el collar de los siete sellos y los brazaletes. Los animales serían adornados, en algún momento de la ceremonia, con la colocación del frontil en la testuz. Las placas irían sobre el lomo. El juego dedicado a Baal cuenta con esferas (representaciones solares) y el de Astarté, con rosetas (representaciones astrales relacionadas con Venus).

El tesoro disparó las expectativas en el momento de su hallazgo. Se creyó que se hacía realidad el relato transmitido por textos griegos comprendidos entre los siglos VII y III a. de C. Este relato describía Tartessos como la capital de un reino legendario del mismo nombre, situado en el extremo del mundo conocido y regido por Argantonio, un rico y viejo monarca. Las piezas del tesoro fueron unidas en estas primeras investigaciones a la realeza tartésica.

El Carambolo se convirtió en un referente fundamental para conocer la protohistoria de la península Ibérica, en concreto el periodo que va de los siglos VIII al VI a. de C. En esta época, el Mediterráneo adquirió la forma de un mundo interconectado con una cultura compartida.

En el último medio siglo ha evolucionado la imagen de Tartessos. Al principio hubo una caracterización autóctona de la cultura tartésica, a la que se consideraba anterior a la llegada de los fenicios. Posteriores investigaciones asentaron la idea de un territorio colonial donde creció una cultura nueva, que sería fruto del contacto de los colonos de Oriente Próximo (fenicios en su mayoría) establecidos en la costa y en el suroeste de la actual Andalucía con los lugareños.

Fernando Amores y José Luis Escacena, profesores de la Universidad de Sevilla, son los comisarios de la exposición, que ha sido organizada por la Consejería de Cultura, la Universidad de Sevilla, el Ayuntamiento de Sevilla y la Fundación Cajasol. El resto de las piezas de la muestra proceden del yacimiento del Carambolo y de diversos museos españoles (Madrid, Cádiz, Huelva, Jaén, Alicante y Badajoz) y portugueses.

El tesoro sólo ha podido verse cuatro veces en los últimos 30 años. La exposición, a cuya inauguración acudió el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se completa con textos, imágenes, ilustraciones y un audiovisual. Medio siglo después de su descubrimiento, el Carambolo sigue despertando pasiones.

El País

lunes, 12 de octubre de 2009

Diosa Madre

Una diosa madre es una diosa que sirve como deidad de fertilidad general. En algunas culturas además es representada como la Madre Tierra, siendo la generosa personificación de la Tierra. Como tal, no todas las diosas pueden considerarse manifestaciones de la diosa madre.

Figuras paleolíticas


Se han hallado diversas figuras pequeñas y, a menudo, corpulentas, en el transcurso de excavaciones arqueológicas del Paleolítico Superior, siendo quizás la más famosa la Venus de Willendorf. Muchos arqueólogos creen que su intención era representar diosas, aunque otros creen que pudieron haber servido a algún otro fin. Estas figuritas son anteriores en varios miles de años a los registros disponibles de diosas detallados a continuación como ejemplos, por lo que aunque parecen pertenecer al mismo tipo genérico, no está claro si de hecho eran representaciones de una diosa o de si hubo alguna continuidad religiosa que las relacionase con las deidades de Oriente Medio y la Antigüedad clásica.

Ejemplos de diosas madre


Diosas sumerias, mesopotámicas y griegas

Tiamat en la mitología sumeria, Ishtar (Inanna) y Ninsuna en la caldea, Asera en Canaán, Astarté en Siria y Afrodita en Grecia, por ejemplo.

Diosas celtas

La diosa irlandesa Anann, a veces conocida como Dana, tiene un impacto como diosa madre, a juzgar por el Dá Chích Anann cerca de Killarney (Condado de Kerry). La literatura irlandesa nombra a la última y más favorecida generación de dioses como ‘el pueblo de Danu’ (Tuatha de Dannan).

Diosas nórdicas

Entre los pueblos germánicos probablemente fue adorada una diosa en la religión de la Edad del Bronce Nórdica, que más tarde fue conocida como Nerthus en la mitología germana, y que posiblemente persistiese en el culto a Freyja de la mitología nórdica. Su equivalente en Escandinavia era la deidad masculina Njörðr.

Diosas griegas

En las culturas del Egeo, Anatolia y el antiguo Oriente Próximo, una diosa madre fue venerada con las formas de Cibeles (adorada en Roma como Magna Mater, la ‘Gran Madre’), de Gea y de Rea.

Las diosas olímpicas de la Grecia clásica tenían muchos personajes con atributos de diosa madre, incluyendo a Hera y Deméter.[3] La diosa minoica representada en sellos y otros restos, a la que los griegos llamaban Potnia Theron, ‘Señora de las Bestias’, muchos de cuyos atributos fueron luego absorbidos también por Artemisa, parece haber sido un tipo de diosa madre, pues en algunas representaciones amamanta a los animales que sostienen. La arcaica diosa local adorada en Éfeso, cuya estatua de culto se adornaba con collares y fajas de los que colgaban protuberancias redondas, más tarde identificada por los helenos con Artemisa, fue probablemente también una diosa madre.

La fiesta de Anna Perenna de los griegos y romanos en el Año Nuevo, sobre el 15 de marzo, cerca del equinoccio vernal, puede haber sido una fiesta de la diosa madre. Dado que el Sol era considerado fuente de vida y alimento, esta fiesta también se asimilaba con la Diosa Madre.

Diosas romanas

El equivalente de Afrodita en la mitología romana, Venus, fue finalmente adoptada como figura de diosa madre. Era considerada la madre del pueblo romano, por ser la de su ancestro, Eneas, y antepasado de todos los subsiguientes gobernantes romanos. En la época de Julio César se le apodaba Venus Genetrix (‘madre Venus’).

Magna Dea es la expresión latina para ‘Gran Diosa’, y puede aludir a cualquier diosa principal adorada durante la República o el Imperio romanos. El título Magna Dea podía aplicarse a una diosa a la cabeza de un panteón, como Juno o Minerva, o a una diosa adorada monoteísticamente.

Cristianismo

Algunos autores defienden que el culto a la diosa madre fue el origen del culto que los católicos y otras denominaciones del cristianismo dan a María. O en el caso de México en el que el culto a Tonanzin (la gran madrecita) se sincretizó al del culto mariano traído de España, en la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Madre Tierra

La Madre Tierra y su equivalencia como Diosa madre es un tema que aparece en muchas mitologías. La Madre Tierra es la personificación de la Tierra, generalmente además descrita en variadas culturas como una diosa fértil, que representa a la tierra fértil; siéndo también descrita en algunas culturas como la madre de otras deidades, en la que se las ve como patronas de la maternidad. Generalmente se creía esto porque la tierra era vista como madre de toda la vida que crecía en ella.

Ejemplo de ello se encuentran en las culturas de América del Sur, en el que los pueblos indígenas andinos contemporáneos de las comunidades quechuas y aimaras, sostienen el culto a la gran deidad Pachamama; importante culto presente en Ecuador, Perú, Bolivia, el noroeste de Argentina y el norte de Chile. El culto a Pachamama es masivo en las áreas rurales y pequeños pueblos y ciudades, encontrándose también entre los migrantes andinos a las ciudades medianas y grandes, incluso Buenos Aires y el sur de la Argentina. Otro ejemplo similar, lo encontramos en la cultura mapuche, a traves de la Ñuke Mapu (‘Madre tierra’ en mapuche); aunque no es equivalente a una «deidad o diosa madre» propiamente tal, sino que es un concepto diferente y más amplio, es el «mundo Mapuche» en la cosmografía y la interacción del mapuche en él, dentro de las creencias religiosas mapuches. tomada de Wikipedia

Más materiales sobre la diosa madre

TAREA:

1º ¿Qué es la Diosa Madre?¿ Qué símbolos aparecen asociados a ella?

2º ¿Qué diosas madres conoces?

3º ¿Por qué surge esta divinidad?¿ Existe una divinidad masculina de contrapeso?

4º ¿Qué opinas, se da en las reliogiones el reflejo del tipo de sociedad que practica esa religión? ¿Hubo sociedades matriarcales?



lunes, 5 de octubre de 2009

Rituales funerarios

Desde la prehistoria hay un desarrollo de muchos y complejos rituales funerarios, así nos encontramos con la existencia de yacimientos con enterramientos complejos como puedes leer en esta noticia de El Mundo.
El Neolítico supuso el desarrollo de enterramientos más sofisticados, individuales y colectivos, trabajados con grandes bloques de piedra, Monumentos megalíticos, que suponían un trabajo colectivo para toda la comunidad, similar al que se empleó para la creación de Stonehenge

Secrets of Stonehenge - Watch a funny movie here

Pero para dar respuestas ante la muerte el hombre ha organizado variadas formas:

Todas ellas desde los orígenes hasta nuestros días demuestran que la muerte es una constante en nuestras creencias.

Para Investigar sobre ello vamos a realizar el siguiente trabajo.

1º Qué opinas de los enterramientos del Paleolítico, lee el texto.
2º Investiga sobre los tipos de enterramientos en el Neolítico, tipos, carácteristicas, tamaño, lugares,...
3º Diferencia los distintos tipos de rituales que se practican en relación con la muerte, y valora los motivos por los que se practica cada uno de ellos.
4º Que sistema de los mencionados es el más frecuente en nuestra sociedad, por qué es así.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

religiones en la prehistoria

Desde la prehistoria en el Paleolítico Superior el hombre ha sido un animal religioso, esta se podría considerar una de sus características vitales.

Huella de sus creencias se manifiestan en la existencia de ritos funerarios para para dar respuesta a una realidad ineludible: la muerte. en este vídeo puedes apreciar en que momento el hombre cominza a sdesarrollar esa capacidad para crear mundos alternativos con os que dar respuestas a esa realidad con la que se tropieza en su día a día







A partir de las imágenes piensas que es nuestra especie la que desarrollo la capacidad de crear con su imaginación mundos alternativos para dar respuesta a las necesidades que les iban surgiendo, entre otras contestar a las grandes preguntas: ¿Quien somos, a dónde vamos, de dónde venimos....